A.M.I. 11560
Este pequeño relato no contaría mucho mejor que yo Nicolás Aguirre, pero como tengo “línea directa” con uno de los autores, ahí va.
Años oscuros, los que siguieron a la guerra civil. Los pueblos estaban medio vacios, poco iluminados, en las tiendas no había casi nada y los inviernos eran muy duros. Un grupo de chavales en Errentería tan pronto como salían de la escuela se reunían para jugar al futbol. Algunos tenían a su padre en la cárcel, otros exiliado en Bilbao o Francia. A pesar de todo, o precisamente por todo, jugaban en la calle, cuando había balón, el dueño del balón jugaba siempre, aunque fuera “malo” los demás dependían de su habilidad o del capricho del “amo”.
El equipo local C.D. Touring, como tantos otros había “desaparecido” con la guerra y estuvo “fuera de juego” hasta el año 1.945.
El Real Unión Club de Irún –para los irundarras La Unión- también interrumpió su actividad durante los tres años de la guerra, ya que se suspendieron todas las competiciones. Volvió a jugar en 1.938 –el club o un equipo que utilizó su nombre- en la Copa de las Brigadas Navarras (a beneficio de la Asistencia a Frentes y Hospitales) competición organizada por la Federación Guipuzcoana de Fútbol en cuyo grupo participaron además del Real Unión, el Deportivo Alavés, Club Deportivo Logroño, Club de Fútbol Oriamendi, Club Atlético Osasuna, Real Sociedad de San Sebastián y Tolosa Football Club. En el libro “Historia del Real Unión Club de Irún. 75 aniversario” de Carlos Fernandez de Casadevante y prologado por Pedro Escartin, no hay referencia alguna a esta competición, de donde se deduce que aunque el Club se llamara Real Unión, no se trataba del club oficial.
En 1.939 se volvió a formar el Real Unión y participó en competición oficial en la temporada 39/40 en Segunda División, en la que se mantuvo otra temporada, descendiendo a la categoría de Regional en 1.941-1.942.
Nuestro grupo de chavales, al no tener equipo en el pueblo iban en el Topo a ver jugar a La Unión. El jugador renteríano Manolo Arana, que militaba en este equipo, les decía: Ir una hora antes y me esperais en la entrada de jugadores Así lo hacían y entraban todos con él.
Mi interlocutor, uno de los chicos, me dice que había una escena que siempre le impresionaba fuertemente y era cuando un coche militar traía –custodiado por dos soldados- a Antonio Zulaika “Tximi” que jugaba de medio, quien nada más terminar el partido, otra vez detenido, era llevado al Batallón de Trabajadores a continuar en su trabajo de construcción de la carretera de Erlaitz.
Estos chavales animados por Arana, compraron en Santxeski Sport –quien sabe con que dinero- ,camisetas blancas y pantalones negros, el mismo uniforme que La Unión, formaron un equipo al que denominaron Union Txiki, que hasta hoy- desde hace casi setenta años- sigue compitiendo con el mismo n ombre en categoría regional en Errentería.
Josefa María Setién
